Miguel Delibes Setién

Ingreso de Miguel Delibes, el 25 de mayo de 1975. © Fundación Miguel Delibes

letra e

Elección

1 de Febrero de 1973

Toma de Posesión

25 de Mayo de 1975

Fallecimiento

12 de Marzo de 2010

Miguel Delibes Setién

Académico de número

Valladolid, 17 de octubre de 1920-12 de marzo de 2010

Elegido el 1 de febrero de 1973. Tomó posesión el 25 de mayo de 1975 con el discurso titulado El sentido del progreso desde mi obra. Le respondió, en nombre de la corporación, Julián Marías.

El propio Marías reflexionaba entonces, al referirse a Delibes en el citado discurso de bienvenida, sobre las múltiples facetas del nuevo académico: «No sé qué pone en su documento de identidad. Podría poner muchas cosas: licenciado en Derecho, profesor Mercantil, intendente mercantil, catedrático de la Escuela de Comercio de su ciudad natal; podría poner también: exdirector de El Norte de Castilla, o —si se lo permitieran— “Inspirador”; por supuesto, podría poner: escritor. Pero sospecho que lo que desearía, si se atreviera, es poner: cazador. Y todavía temo que después de escribirlo se arrepintiera, pensara que era una frivolidad, y rectificara: pescador».

Tercero de ocho hermanos, Miguel Delibes cursó el bachillerato en el colegio La Salle de Valladolid, estudios que concluyó en 1936. Se matriculó después en la Escuela de Comercio, donde su padre ejercía de catedrático y director, pero, como indica Ramón García Domínguez en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia, tuvo que suspender sus estudios a causa del inicio de la guerra civil española. De regreso a Valladolid, en 1939, finalizó la carrera en la Escuela de Comercio y se matriculó en Derecho. En 1945 ganó la oposición a la cátedra de Derecho Mercantil en la propia escuela, en la que también ocupó la cátedra de Historia.

EL NORTE DE CASTILLA

Unos años antes, el 10 de octubre de 1941, había ingresado como caricaturista en el diario El Norte de Castilla. Cuatro días más tarde publicó, bajo el seudónimo de «Max», sus dos primeros dibujos. Tras conseguir el carné de periodista en un curso intensivo realizado en Madrid  —su primer artículo, de septiembre de 1942, se tituló «El deporte de la caza mayor»—, pasó a ocuparse de la sección dedicada a las críticas cinematográficas en El Norte, mientras continuaba con las caricaturas. A partir de ese momento, «fueron el periodismo y la literatura —en palabras de García Domínguez— sus ocupaciones profesionales de por vida y en las que alcanzó reconocimiento universal».

El 23 de abril de 1946 Delibes se casó con Ángeles de Castro, con quien tuvo siete hijos. Al año siguiente de su enlace matrimonial —su esposa fue, como se afirma en el DBE, quien fomentó en el joven periodista y profesor la afición lectora y quien lo animó a ponerse a escribir—, Delibes terminó su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, que obtuvo, el 6 de enero de 1948, el Premio Nadal en su cuarta edición —1947—. Anteriormente solo había escrito, además de su tesis de fin de carrera —Causas de disolución de las compañías anónimas—, un cuento titulado La bujía, con el que consiguió el segundo premio en un concurso de narrativa breve de la revista Medina, tal como se señala en la web de la Fundación Miguel Delibes, constituida en Valladolid el 12 de marzo de 2011, coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento del escritor, y presidida por su hija Elisa. El 17 de octubre de 2011 se procedió a su presentación oficial, a la que acudieron los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, y el entonces director de la RAE, José Manuel Blecua.

DEFENSOR DE LA NATURALEZA

En 1949 apareció su segunda obra, Aún es de día, y, al año siguiente, la tercera, El camino, con la que alcanzó la consagración literaria. Además de novelas, Delibes también iba publicando relatos, cuentos, ensayos, crónicas viajeras o libros cinegéticos. Porque la caza, como recuerda Ramón García Domínguez, «constituyó para Delibes, en propia confesión, una “ocupación sustantiva”, hasta el punto de calificarse como “un cazador que escribe” antes que como “un escritor que caza”. Un ejercicio de la caza que él ejerció y defendió […] con absoluto respeto y en sintonía con la naturaleza. Son precisamente sus textos cinegéticos y otros libros “de aire libre” los que le valieron la calificación, por parte de estudiosos y especialistas en su obra, de uno de los primeros defensores del medio natural».

En 1952 fue nombrado subdirector de El Norte de Castilla y, en 1958, director. García Domínguez explica en el DBE que Miguel Delibes «emprendió una serie de campañas en defensa del medio rural castellano y ello le llevó a enfrentarse con el régimen franquista y con la censura reinante. Tras algunas sanciones y numerosas reconvenciones, dimitió voluntariamente de su cargo en 1963, pero no por eso cejó en su denuncia de la marginación y el abandono de Castilla: porque cuando no pudo hacerlo desde el periódico lo hizo desde la narrativa».

Es significativo el discurso que Delibes leyó en 1975, al tomar posesión de su plaza académica. El sentido del progreso desde mi obra es, en palabras de Darío Villanueva, «un discurso innovador y apasionado que comenzaba con una declaración de principios, casi un manifiesto ecologista, en forma de pregunta: “¿Por qué no aprovechar este acceso a tan alto auditorio para unir mi voz a la protesta contra la brutal agresión a la Naturaleza que las sociedades llamadas civilizadas vienen perpetrando mediante una tecnología desbridada?” Cuarenta años después de su lectura pública […] sorprende por su valentía y claridad». 

VOCACIÓN LITERARIA

Un año antes, en 1974, había muerto su esposa, «mi equilibrio» y «la mejor mitad de mí mismo», en palabras del propio Delibes. Su fallecimiento «dejó sumido al escritor en una depresión que paralizó por completo su pluma», explica García Domínguez. Solo cuatro años más tarde, y con motivo de las primeras elecciones generales democráticas españolas en 1977, Delibes volvió de nuevo a la narrativa y publicó, con este acontecimiento político de fondo, El disputado voto del señor Cayo (1978). Fue el punto de arranque de una nueva etapa, en la que aparecieron, entre otros títulos, Los santos inocentes (1981); Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983); Señora de rojo sobre fondo gris (1991), dedicado a su difunta esposa; El último coto (1992), y El hereje (1998), Premio Nacional de Narrativa 1999 y última novela publicada por Delibes.

Miembro de la Hispanic Society of America, Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres de la República Francesa, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, hijo predilecto de Valladolid y Medalla de Oro de la Provincia de Valladolid, hijo adoptivo de Molledo Portolín —localidad cántabra que inspiró la novela El camino—, doctor honoris causa por las universidades de Salamanca, Alcalá de Henares, Sarre (Alemania), Complutense de Madrid y de Valladolid, Miguel Delibes obtuvo, entre otros, el Premio Nacional de Literatura por Diario de un cazador (1955); el Premio Fastenrath de la RAE por Siestas con viento sur (1957); el Premio de la Crítica por Las ratas (1962); el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982) —compartido con el también académico Gonzalo Torrente Ballester—; el Premio de las Letras de la Junta de Castilla y León y el Libro de Oro de los libreros españoles (1984); el Premio Nacional de las Letras Españolas (1991); el Premio Miguel de Cervantes (1993); la Espiga de Oro en la 38.ª Semana Internacional de Cine de Valladolid; el Premio Vocento a los Valores Humanos (2006); el Premio Quijote, otorgado por la Asociación de Escritores de España (2007), y la Medalla de Oro de Castilla y León y la Medalla de Oro al Mérito Turístico del Gobierno de Cantabria (2009).

CINE Y TEATRO

Un total de once de sus obras fueron llevadas al cine —El camino (1962), Los santos inocentes  (1984) o Mi idolatrado hijo Sisí (1976), con el título de Retrato de familia, entre otras—; tres, al teatro —La hoja roja, La guerra de nuestros antepasados y Cinco horas con Mario; esta última, estrenada en 1979, se ha seguido representando a lo largo de más de treinta años, y otras tantas a la televisión.

El 10 de diciembre de 2009, Miguel Delibes intervino, con un discurso grabado en vídeo, en la presentación oficial de la Nueva gramática de la lengua española, celebrada en la sede de la Real Academia Española y presidida por los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. Delibes, que no pudo asistir por problemas de salud, afirmó sentirse «orgulloso del trabajo ímprobo de mis compañeros y de que tantos de los textos de mis obras figuren como ejemplos del habla de Castilla». El académico y escritor vallisoletano reconoció asimismo que «mi mayor deseo sería que esta gramática fuese definitiva, llegase al pueblo, que se fundiera con él, ya que, en definitiva, el pueblo es el verdadero dueño de la lengua».

Miguel Delibes murió el 12 de marzo de 2010, a los 89 años de edad, en su casa de Valladolid, ciudad en la que siempre vivió porque, como él mismo repetía, «soy como un árbol, que crece allí donde lo plantan».

HOMENAJE EN LA RAE

Un mes después, el 15 de abril de 2010, los reyes don Juan Carlos y doña Sofía presidieron en el salón de actos de la Real Academia Española, con motivo de la celebración del Día de la Fundación pro-RAE, un emotivo homenaje póstumo al escritor vallisoletano.

En abril de 2016 se anunció el fin del proceso de organización y digitalización del archivo de Miguel Delibes

Del 7 de febrero al 2 de mayo de 2017 la Biblioteca Nacional de España conmemoró con una exposición los cincuenta años de la publicación de Cinco horas con Mario.

 

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